Ya hemos comenzado a ver por todos lados “es el fin de algunos trabajos”.
Hemos escuchado esto desde hace mucho tiempo ya, y no se ha materializado de la forma apocalíptica en la que se predecía… todavía.
Ciertamente, algunos empleos en un futuro no muy lejano dejarán de existir como los conocemos, y por supuesto que hay una discusión ética al respecto, pero no es el objetivo de este blog. Hoy ya existen supermercados sin atención humana, sistemas de auto pago y autogestión, digitalización y automatización de muchos sistemas.
También habría que hacer un inciso sobre qué tan extendida está la hipermodernidad en nuestras vidas, y sobre si esto es un fenómeno tan global HOY como lo imaginamos, porque ciertamente en Latinoamérica todo apunta a que podría ampliarse una brecha tecnológica que ya es bastante alarmante.
En 2023 tenemos en Latinoamérica supermercados sin atención humana y personas que no saben enviar un correo electrónico, ni hacer una compra en una tienda en línea, conviviendo en el mismo espacio. La inteligencia artificial, con toda seguridad, aumentará la brecha tecnológica.
Hace unos diez años la inteligencia artificial todavía parecía un concepto de ciencia ficción, al menos así lo era para las personas que no convivían en entornos de desarrollo de software, cuando veíamos reportajes o artículos se pensaba que era una tecnología reservada para las grandes corporaciones y el mundo científico. Demasiado lejos de las masas.
Desde hace unos tres años, la inteligencia artificial finalmente llegó a “las masas”, y se volvió el juguete de moda, el concepto de Startup emergente, el cotilleo de redes sociales. Sin embargo, todavía esa masa es bastante específica: educada en la internet y con una edad suficiente para impresionarse y querer saber que está pasando ¡Y ENTENDERLO!
Aquí y ahora te voy a contar en términos simples, sin entrar en el universo complejo, programático y científico, por qué la inteligencia artificial no va a reemplazarte… todavía; pero SI va a revolucionar por completo todas las industrias, probablemente más rápido de lo que imaginas:
La inteligencia artificial todavía nos necesita. En el momento en el que no nos necesite para absolutamente nada, llegará la hora de la preocupación; pero ese momento no está aquí, y es incierto cuándo llegará.
La inteligencia empacada para las masas, tal como existe actualmente, necesita un input humano para producir un resultado. Es decir, debes decirle qué hacer. En algunos casos, decirle qué hacer con el detalle suficiente es tan importante, que sin esa información específica y de calidad, el resultado obtenido es completamente inservible.
La "ingeniería de prompts" o la "creación profesional de prompts" ya es una nueva carrera a la que convendría echar un vistazo. Crear inputs de calidad para la IA será cada vez más importante para los trabajos del mañana.
La AI necesita entrenarse para entender cada vez mejor lo que le pedimos y, en consecuencia, producir un resultado exacto, acertado o cercano a la realidad. Actualmente no tiene la capacidad de reproducir lo que hacemos los humanos a un nivel de fidelidad excelso.
Es más, la única razón por la que la inteligencia artificial masiva es gratuita, es porque los creadores de software de AI necesitan que se entrene muy bien lo más rápido posible, y qué más rápido que capturar millones y millones de prompts de nuestra parte.
En Open AI te advierten que el resultado puede ser biased u ofensivo. A diferencia de los humanos, la IA no puede identificar todavía con total certeza qué es ofensivo, qué es ético. Estos parámetros los definirá un humano. Podríamos preguntarnos, quién y qué implicaciones tendrá esto para la libertad de expresión. También podemos preguntarnos qué implicaciones tendrá esto para fines oscuros, como la pornografia infantil, el deep fake y otros asuntos donde la IA comenzará a tomar muchísimo protagonismo.
La inteligencia artificial no puede reemplazar tu criterio, tu formación, tu experiencia, finalmente es una herramienta que con mucha práctica y entrenamiento adecuado te ayudará a simplificar, resumir, explorar y solucionar un montón de tareas del día a día.
El ejercicio de pensar y el criterio para analizar con criterio la información (por ahora) es hermosamente humano.
Vaya, hasta que dimos con el punto. La AI toma de todo lo que existe. Puede saber cómo imitar el arte cinético porque internet está lleno de ejemplos visuales y data sobre arte cinético, puede saber que es el reggaetón porque tenemos infinidad de canciones, entiende de blogs de cocina porque existen millones de webs de cocina, sabe cómo habla o cómo canta un famoso porque puede acceder al catálogo musical de un artista. La AI toma el cóctel de cosas a su disposición, lo combina con el input que le brindas y PRODUCE lo que le pidas, con la fidelidad que en este momento es capaz de producir. Sin esta información, la AI no puede hacer casi nada.
Es buena idea que nos hagamos la idea de que la IA va a ser parte de nuestras vidas, especialmente en el mundo de los negocios y el marketing, que es finalmente el mundo al que pertenezco. La AI simplificará muchas tareas repetitivas y tediosas, brindará un soporte importante a tareas de síntesis y organización, y transformará las industrias creativas. Busquemos adaptarnos a las posibilidades y encontrar formas de incorporar la IA a nuestros negocios.
La IA genera, por ejemplo, que los equipos enfoquen sus esfuerzos en otros aspectos y en otros procesos, ocupándose del trabajo pesado. En la industria creativa, permite que personas ajenas a la creación traigan a la mesa una visualización y concepto de lo que quieren más aterrizado. ¿Quieres hacer una campaña con un oso panda corriendo en Marte con ropa hawaiana?, la AI puede generarte un key visual en segundos. Eso sí, no le pidas demasiadas manos todavía.
Esta, en lo personal, es la gran pregunta que me inquieta. La AI en este momento genera cosas que son de todos y de nadie. Todos a diario hacemos el esfuerzo de entrenarla, “Nosotros somos el producto”. Si la AI toma del internet de las cosas, y puede imitar cualquier estilo de escritura, visualización, arte, qué significa esto para los creadores originales. ¿Quién puede tomar crédito?, ¿la AI? ¿La persona que escribió el input? ¿Qué implicaciones tendrá para la educación en edad escolar y secundaria? ¿Qué sucede con la información confidencial? Todo da para pensar.